
Sa Lola, el mejor restaurante de Blanes
Con la llegada del calor, la Costa Brava aparece claramente en la wishlist del ocio de mucha gente. Y no es para menos: calas y playas, paisaje, pueblos con encanto y una de las mejores gastronomías catalanas que hay. Una de nuestras escapadas gastronómicas preferidas es la de deleitarnos con el espectacular menú degustación del restaurante Sa Lola de Blanes, seguramente el mejor restaurante de la ciudad y de la zona. Una mañana de playa y una tarde de visita al precioso jardín botánico de Blanes redondearán un día de diez.
Situado en el 59 del paseo marítimo de Blanes, a la altura del comienzo del puerto, el restaurante Sa Lola tiene una de las terrazas más “diferentes” de todo el paseo. Imanta. Sofás, cojines, lámparas… estética vintage-kitch que logra su principal cometido: llamarte la atención de entre otras tantas terrazas colidantes. Luego, deben consolidar esa llamada de atención con una excelente experiencia. La dulce trampa de la expectativa. Y lo logran.

El menú degustación de Sa Lola
La oferta gastronómica del restaurante Sa Lola se basa en la propuesta de carta (noches) y en un menú espectacular degustación de mediodía de 34€. Este menú se compone de una degustación de 6 elaboraciones, servicio de pan con tomate, segundo a escoger, postre y bebida. Un menú de 8 pases elaborados, con técnica, un tremendo control de las cocciones, creatividad y mucho, mucho sabor.


Y así arrancó nuestro degustación. Poco después de traernos las bebidas y el excelente pan a la brasa con tomate, iniciamos el menú con las gyoza de escudella. Se sirve éste en 2 fases: en el bol, los raviolis de carne de escudella y, posteriormente, el caldo servido por el personal de sala. Jugando con la idea de un xiaolongbao incorporando el caldo al plato pero sirviéndolo de forma occidental. Suave, delicado, un relleno goloso, caldo ligeramente potente. Gran fusión catalano-nipona, un entrante viajado pero con los pies en casa.

Le siguió una delicada rillette de bacalao con yuca y huevas de trucha. Suave pero con profundo sabor marino. Notable elaboración cuyos ingredientes bailan en sintonía, aunque algo corta la ración de crujiente de yuca, pienso. El emplatado no es de los mejor peinados del menú, que prefiere ser funcional: facilitar que el cliente se racione los bocados.

El tercer entrante fue uno de los que más nos sorprendió, la ensalada de naranja y néctar de oliva. Un plato made in Adrià (etapa previa de los dos propietarios en Tickets) que consistía en una emulsión de aceituna como base de unos gajos de naranja condimentados con al ras hanout, puntos de menta y hebras de chili. Festival de sabores que se acarician amablemente entre ellos. Y gran interludio en el acto de entrantes, pues el resultado en el paladar es de limpieza y reseteo para lo venidero. Dotado de estética y una vajilla que deja todo el protagonismo a la elaboración. ¡Grande!

Continuamos la marcha con un delicioso bocado, el no-nigiri de cordero. Cocción celestial a baja temperatura que resultó en un bocado ultrameloso. El cordero, se laca de con umami de su jugo recucido para potenciar sabores. Y el cojín que controla el posible exceso de la salsa y que también sirve de soporte a modo de arroz, una patata confitada y marcada por el exterior. Otro plato de allí, desde la mirada de aquí.

Finalmente, el último entrante y que nos fascinó por sencillez, sabor y perfecta cocción fueron las cigalas Sa Lola. Sobre un recipiente con ahumadero; las cigalas, de excelentísima cocción, presentaban las notas aromáticas del ahumado, lo que retroalimentaba aún más el sabor del marisco. Un pequeño bol de mahonesa aportaba aún más melosidad a este magnífico entrante.
Los platos principales el menú degustación de Sa Lola

Ya en territorio de segundos, nos decantamos por las carrilleras de cerdo ibérico a baja temperatura y terminadas en brasa. Acompañadas de chalotas confitadas, aportando puntos de dulzor y de acidez para acompasar la melosidad de la pieza de carne. Sal en escamas apartada para que el cliente sazone al gusto cada bocado. La textura de las carrilleras era más que perfecta, casi se podía conmer con cuchara.

El otro principal por el que nos decantamos fue la merluza escaldada con carpaccio de pulpo. Grna plato en lo estético y de notable sabor. La cocción del pescado, una maravilla. No obstante, el carpaccio de pulpo no me terminó de convencer, frío, dentro de esta elaboración. El frío-calor en platos salados siempre es complicado: el pulpo enfría el pescado, tampoco se aprecia su propio sabor, rebaja el efecto aromático del pimentón al enfriar el conjunto (caliente, emite más aroma). Pienso, a riesgo de equivocarme, que un pulpo caliente con notas ahumadas (del pimentón, por ejemplo), casaría mejor con la muy buena idea del plato.
El dulce final en el restaurante Sa Lola


El punto final del menú degustación de Sa Lola fueron dos muy buenos postres. Nos decidimos y acertamos. Más con el segundo que con el primero: un baba al ron muy correcto y un delicioso brioche planchado relleno de crema que nos llevamos grabado en la memoria. Uno de los hits de la parte dulce del local.
Precio y valoración
El tíquet final fue de 63,25 euros (31,6 por persona) por los dos menús y cafés. Poco después de nuestra visita subieron el precio del menú degustación a 35€. Incrementando también el número de pases (de 7 a 8). Así pues, el tiquet medio del local se sitúa sobre los 35-40 euros. Una relación calidad-precio más que buena para un degustación de nivel tanto por propuesta de platos como por técnica de cocina o por una interesantísima ubicación en pleno paseo marítimo de Blanes.

Sutilezas personales a parte. Y que son más un ejercicio de autorreflexión y de práctica de cata. El menú demuestra creatividad y un excelente manejo de las cocciones. Es algo que se repite en todas las elaboraciones del menú. Creatividad y estética a parte, que las tiene, el manejo perfecto de los puntos de cocción fue lo que más me sorprendió de la ya de por si atractiva propuesta gastronómica del restaurante Sa Lola.
Así, se convierte ya en restaurante de cabecera.
SA LOLA
32€ degustación (sin vino)
972 35 52 19
[Pequeña reflexión. Algo que ya he visto en alguna otras ocasiones además de en Sa Lola, es que el tamaño de las bebidas que se incluyen en sus menús es demasiado corto para el recorrido de dicho menú. Podéis ver que en la foto el agua que se incluye en el menú es de 20cl).
Difícilmente el cliente racionará toda esa bebida hasta el final de degustación de 7 platos. Es por ello que a uno le puede parecer una clara apuesta por incentivar la segunda consumición. A nivel de gestión es perfecto. Desde la perspectiva de cliente, puede dejar malas sensaciones. Pienso que en estos casos sería más interesante hacer el esfuerzo de servir cantidades óptimas y acordes al menú, dado que se incluye la bebida en el mismo. Y si se requiere ajustar el precio de venta, hacerlo.
Al final, se puede llegar a facturar lo mismo recorriendo distintos caminos. El del suplemento o segunda consumición; o el del precio ajustado a la realidad del comensal. Si se quiere incentivar la venta adicional de bebida, no hay nada mejor que servirla al principio y jugar bien los tiempos de los platos sin que el cliente pueda percibir ningún afán por medio.]
Només de veure les fotos ja m'entren ganes d'anar-hi. Sembla una molt bona RQP. Si vaig per Blanes, segur que no m'ho perdo.
La "beguda" només és aquesta mini-botella d'aigua….o també entra vi??
La veritat és que va ser una molt grata sorpresa. Molt recomanable si estàs per la zona o bé per fer una escapada de primavera-estiu i coneixe-ho.
El tema begudes. Entra copa de vi, aigua, aigua amb gas, refresc… la cosa és que em va sorprendre que el volum d'aigua mineral fos tan petit i que el de l'aigua amb gas fos més estàndar (33cl).
Salut!