Ona Nuit, alta cocina Slow Food en El Prat

ONA NUIT, LA MEJOR ALTA COCINA SLOW FOOD
El restaurante Ona Nuit es el mejor restaurante de alta cocina Slow Food del área de Barcelona, con permiso de Lluerna y demás grandes casas con caracol (Montiel, Sergi de Meià, etc.). Una propuesta gastronómica, la del nuevo restaurante Ona Nuit gestionado por Jordi Castán y David Justo en cocina, que ha superlativizado de la gastronomía del Baix Lobregat.
Después de ganar el Plat Favorit dels Catalans (Cèntric Gastrobar de El Prat) y el Cuiner de l’Any (Albert Mendiola, en su Marimorena de Sant Boi), premios que no hacen más que evidenciar la gran propuesta que existe a las puertas de Barcelona; el nuevo Ona Nuit que arrancó hace casi un año ya (febrero de 2018) ha situado al Baix Llobregat, y a El Prat en particular, en el mapa gastronómico de las altas cocinas y de autor.

Siempre con su filosofía Slow Food en cada plato, la cocina de David Justo en Ona Nuit propone elaboraciones de marcada estética y belleza, bajo un gran respeto por el producto y la temporalidad pero, ante todo, muchísimo sabor. Al final, venimos a divertirnos.
ALTA COCINA, ESTUPENDO SERVICIO Y UNA SALA PRECIOSA PARA DISFRUTARLOS

Producto de calidad, mucho seguimiento a la temporalidad y a lo que manda el mercado. Elaboraciones estéticas y que deleitan por la vista. Sabores en cada bocado… Todo ello a través de una carta corta pero llena hits, donde entran y salen platos constantemente. Y de un menú ejecutivo de mediodía (17,50€) que mantiene el mismo nivel a un precio que cuesta creer. Un menú que recomiendo encarecidamente si la ocasión os lo permite.
La sala está al mismo alto nivel de la experiencia gastronómica. Jordi Castán y su equipo se aseguran de ello. Cálido y profesional. Servicio que da abrazo pero sin ahogar.

Los amantes del vino, además, encontrarán cobijo y jolgorio en su oferta. Aquí, las referencias son muy personales y cuidadas. Mucha joya por descubrir. Atentos a su blanco Vestido Largo y Frac (Chardonnay).
El local se ha reformado para dotarle de mayor calidez y linealidad con lo excelso de la cocina. No hay excusas para que la experiencia sea más que grata. Se sale por la puerta pensando ya en volver.
Como decíamos, la oferta gastronómica de Ona Nuit se basa en la carta y en un menú ejecutivo de mediodía los días laborales que goza de muy buena reputación por su relación calidad-precio, por el propio local en sí, así como por su servicio o el estar muy bien ubicado (aeropuerto de Barcelona, hoteles y parques empresariales).
En dicho menú, a diferencia de muchos restaurantes donde la propuesta muta a la baja hasta casi convertirse en otro restaurante; en Ona Nuit se observa el esfuerzo por mantener la esencia y estilo de su carta en la propuesta de su fórmula de mediodía. Aperitivo, entrante, principal y postre (17,50€, bebida y pan incluido).
Una muestra de varios platos que he comido en distintos menús de mediodía son la excelente ensalada Waldorf con productos de kM0, un muy buen arroz de conejo o una golosa lasaña de rabo de toro.
LA CARTA DEL RESTAURANTE ONA NUIT
Carta corta pero sugerente, cambiante al son de la estacionalidad. La carta de Ona Nuit contiene muchos hits. Algunos inmutables a los cambios de la misma (como su steak tartar, donde sólo juegan con la guarnición) y otros con protagonismo evidente de los productos de temporada, con especial énfasis en la huerta del Parc Agrari.
Junto a la carta, las sugerencias de temporada. Éstas, en constante cambio y siguiendo con mayor ritmo el calendario de producto. Amplían el repertorio haciendo la oferta gastronómica sugerente y suficientemente generosa. Por pedir (porque el que no llora, no mama), echo en falta algún otro tipo de carne que también puedas esperar en un gastronómico (caza, cordero… ). O algún plato de pescado que no sea de cocción fría (tartar, curado…). Aunque actualmente tienen un suquet de bogavante, el cual preside este post.
En fin, que aquí va una muestra de la última visita al restaurante Ona Nuit, donde disfrutamos concienzudamente con…

Un aperitivo de bienvenida: alga nori, bonito curado, katsuobushi, mayonesa de dashi y cebolla encurtida. Detalles que siempre encandila. Perfecta muestra en miniatura de lo que llegará.
Acto seguido y para arrancar de lleno el ágape, unas magníficas croquetas de Pota Blava (lo de David con las croquetas es una locura: aún recuerdo las de rabo de toro o las de chipirón en su tinta; de las mejores que he probado jamás. Ruego que ofrezcan más.) y una preciosa y deliciosa ensalada de endivias a la mantequilla, queso Blau de Jutglars y castañas. Otoño al máximo.


Después, dos novedades que en nada entran en carta: unos potentes y sabrosos (quizá un poco demasiado) guisantes del Maresme guisados con chicharrón de bacalao y un espectacular y hit de hits, carabinero soasado con emulsión de lima. Para enmarcarlos en el comedor.


Y con ello, los platos principales de la velada. El steak tartar de Bruna del Pirineu, ciruela km0, raifort y emulsión de chipotle.(no recordé hacerle foto, así que tiro de archivo con un steak tartar con higos Coll de Dama). Una guarnición que se antoja difícil de conjuntar, pero que consigue entonar en armonía. Tal es así, que este plato nunca falla en nuestras visitas.

Unas reconfortantes y melosas Mongetes del Ganxet con pies de cerdo y setas de temporada. Otoño en un plato, tanto en cocción (guiso), como en producto (pies de cerdo, setas…), como en concepto (plato de cuchara). Deleita nada más leerlo en carta. Y que en boca confirma la fiesta. Difícil de compartir, aflora el egoísmo de las personas.

El suquet de bogavante y pescado de roca es un plato para deleitarse con ensañamiento y alevosía del mundo marino. Su selfie arranca este post. Un plato de ración contenida que quizá podría alargarse un poco más de guarnición, pero que ofrece lo que uno espera: un excelente producto del mar para disfrutar. Es imposible no relamerse los dedos.

Y su canelón de Pota Blava trufado, una de las mejores formas de disfrutar de esta magnífica ave con IGP (la mejor, sin duda, sería confitado / rustido). Elegante y sabroso, aunque en la pasta resultó un punto dura en un plato que, entiendo, pide golosidad y melosidad.

El apartado dulce está bien resuelto, aunque también tienen un techo más elevado que en apartado de salados para desarrollar elaboraciones todavía más sugerentes y gastronómicas. Probamos su aftereight, un plato que no terminaba de persuadir por escrito pero que convenció con creces al comerlo (ahí Jordi se marcó un tanto sugiriéndonoslo). Brownie de chocolate con helado de menta y gelée de eucalipto componen este “aftereight” en fases que permite al comensal graduar la intensidad de cada bocado.

Menos arriesgado pero de buen resultado es su surtido de helados. El helado de almendra con crumble nunca falla.

PRECIO Y EXPERIENCIA EN ONA NUIT

El tíquet medio de una visita al restaurante Ona Nuit se sitúa alrededor de los 35 euros sin bebidas (en el tíquet muestra 3 comensales pero éramos 4).
Un precio muy correcto tratándose de un restaurante gastronómico y que trata con materia prima de calidad y de temporada. El servicio y la sala redondean la experiencia, justificando sobradamente el precio de la velada. Es difícil más por menos.
Si su carta ya es merecedora de visita, su menú mediodía es todo un imán para los que quieran acercarse a la cocina del restaurante Ona Nuit. O toda una alegría para los que ya somos seguidores su cocina. Un restaurante que hace poco más de 1 año ha vuelto a despegar y ya brilla alto, erigiéndose como una de las mejores propuestas gastronómicas de la zona y todo un emblema de la cocina Slow Food de Barcelona.
0 Comments