
Una mirada actual de la cocina tradicional. Restaurante Marimorena.
Visito varias veces al año el restaurante Marimorena de Albert Mendiola, Cuiner de l’Any 2017. Un restaurante con filosofía slowfood situado en Sant Boi de Llobregat y que apuesta por la cocina tradicional actualizada, orbitando alrededor del producto de proximidad. De verdad. Tal es la asiduidad al lugar que se trata del restaurante que más he publicado tanto en el blog como en instagram. No por groupie, sino por mérito. Mérito de una propuesta honesta y de respeto por el producto, con la premisa del disfrutar y con unos atributos alineados a la experiencia gastronómica. Y una importante afinidad labrada a lo largo de estos años de visitas. De cliente a feligrés. Un prescriptor parcial.
Ejemplo del buen tono muscular de la gastronomía de la periferia de Barcelona
Muchas son las bondades del restaurante Marimorena de Albert Mendiola, uno de los primeros restaurantes que publiqué en este rincón de pensar hace más de 4 años, con sus correspondientes revisiones anuales. Así, lo convierten en uno de los lugares que más he propuesto y recomendado en todo este tiempo (aquí tenéis la última de ellas).
Por ello, poco más puedo explicar sobre quiénes son y qué hacen en el mejor de los restaurantes en Sant Boi, arquetipo y exponente de la primavera gastronómica que vive la periferia de Barcelona, y que no haya contado ya reiteradas veces: Albert y Patricia, cocina y sala; una apuesta por los sabores y el producto de proximidad, por hacer disfrutar desde la honestidad. Alejándose de lo supérfluo, de lo banal en el plato.
Una propuesta actual de la culinaria tradicional. Entendible y disfrutable. Terrenal pero de alto vuelo. Y bajo ese prisma y la diligencia en su trabajo, los éxitos y el reconocimiento han ido llegando.
¿El más palpable? En 2017 llega el premio “Cuiner de l’Any”, entregado en el pasado Fòrum Gastronòmic de Girona. Pero el verdadero éxito radica en ver su sala llena día a día y la visibilidad cada vez mayor en los medios especializados. Lo del éxito otorgado al talento (y al trabajo) y no al revés, como desafortunadamente ocurre muy a menudo.
Su oferta gastronómica es notablemente diversa (carta, menú mediodía, menú ejecutivo de mediodía, menú degustación y menú degustación vegetal). Y, desde hace unas semanas y mientras dure la temporada, han incorporado un Menú Carxofa en el que homenajean a esta joya que se cultiva en el Parc Agrari del Baix Llobregat. Un menú heterogéneo en elaboraciones, cocciones y participación del vegetal (en unos, principal protagonista; en otros, secundario de lujo) donde Albert propone muchas e interesantes ideas para usar este magnífico producto. Tomando nota para intentarlo en casa.
Como cada-vez-más-fan de la alcachofa, y conocedor profundo del resto de su oferta gastronómica, nos llamó mucho probar este menú. Se intuía divertido:
Addendum: si ya se trata de una positivamente abrumadora oferta gastronómica, a principios de marzo arrancan las jornadas del Març Gastronómic y, como cada año, el restaurante Marimorena participará con un menú especial para ello.
que arranca con…
… un entrante humilde y desde la tradición para presentar al protagonista del menú: el buñuelo de alcachofa y el crujiente de la misma. Vestido de gala en una vajilla que, intuyo, está pensada para presentarlo como una joya. Elaboración por antonomasia, conjuntamente al asado en brasa, y que no falla (hay que hacerlo bien pero) al gustar. Buen crujiente, gustoso relleno. Viendo después el resto del menú, me habría gustado algún juego en este entrante (p.e. romesco de alcachofa para acompañar?). Por pedir…
siguiendo con uno de los platos que más cariño me llevo de la velada, la tortillita de alcachofa, lenteja beluga y puntilla. Otra elaboración vegetariana para seducir a todos los públicos. Melosidad, golosidad, cremosidad… y hasta preciosidad.
regenerando el paladar y refrescando la travesía con un guacamole de alcachofa con sardina ahumada. Acertado plato. El punto amargo del vegetal viene de perlas para, junto con la acidez que se aplica al guacamole y al aromático del ahumado, equilibrar y refrescar un plato graso (aguacate) y los anteriores.
para llegar al plato con el que más vibramos, volviendo a la culinaria tradicional pero de impecable ejecucido, con las habitas a la catalana con alcachofa y cocochas de bacalao. Exquisito. Producto, know-how y sabor.
volviendo a cambiar de dirección (frescura, temperatura, sabores, colores) con un corazón de alcachofa con tiradito de corvina, cebolla morada en juliana y unos puntos de tiramisú de alcachofa que resultan en una elaboración de bella factura. Un plato que intenta representar una flor de alcachofa (y lo consigue) usando el corazón de la misma, y con el que habría disfrutado más con un punto más de cocción, y con una fantástica corvina del día y que ese mismo día había posteado en redes. Las notas espumosas intensifican la sesación de frescor visual y aportan untuosidad al conjunto. Un plato frío pensado tanto para resetear como para disfrutar.
Albert no quiso dejar pasar la ocasión para que probara el calçot a baja temperatura con salsa romesco, “carbón” de arroz y raíces crujientes. Un plato más para el muestrario de lo que es su cocina: producto, tradición culinaria y una visión actual. Calçot en técnica de baja temperatura para encontrar el punto ideal de cocción, napado, recuperando el punto de brasa (al que renuncias con la cocción a baja temperatura) con el socarrat de arroz y aportando un punto crujiente con las raíces que aporta un elemento crocante interesante que equilibra el plato. ¡Y, en resumen, está delicioso!
Y el hit de hits (junto a su carpaccio de huevos fritos) del menú y de su carta, el huevo de corral a la romana, calamarcitos, cebolla caramelizada y alcachofa. Plato estrella con el que Albert Mendiola conquistó a la sala que asistía en los últimos premios Cuiner de l’Any en el Fòrum Gastronòmic de Girona (y donde se llevó finalmente el premio). Un plato hecho para que el comensal disfrute en todos los sentidos: con el producto, con el sabor, conociendo la cocina de Marimorena, con el ritual de romper y mezclar el huevo con el resto de ingredientes. Auténtico foodporn de km0.
Para terminar con un agradecido y gustoso postre de piña al horno, yogur griego, y nueces que cierra perfectamente el desfile. Ideal para el momento, para el menú.
La conclusión de siempre
Que son muchas las razones para visitar el restaurante Marimorena de Albert Mendiola. Sus dos menús mediodía seducen en calidad/precio, su carta es una larga grata indecisión de platos deliciosos, su menú degustación es la forma ideal para enamorarse del restaurante y ahora, con el Menú Carxofa, uno se va a sorprender con estupendos e interesantes elaboraciones con este producto insígnia de la zona y de la cocina de Albert.
Un menú que, por 30 euros, da muchas alegrías al comensal y muchas razones para los que no lo han probado aún. Un lugar recomendado a todos los que me preguntan y donde llevo a familia, amigos y pareja. Honesta y enésima recomendación de este gran spot gastronómico.