Marimorena

En Sant Boi de Llobregat existe un pequeño refugio donde los de paladar fino podemos abstraernos y auto-regalarnos una sesión de cuidados para el paladar: Marimorena.

Descubrí Marimorena hace casi un año ya al pedir consejo a mis amigos Óscar y Susana (Ona Nuit), que además de ser dueños (y cocinera) del restaurante Ona Nuit de El Prat de Llobregat son unos auténticos rastreadores de locales donde ir a homenajearse, ya que hasta la fecha era incapaz de encontrar un lugar en Sant Boi donde ir a comer con mi pareja y disfrutar de una cocina llena de trabajo, producto y “class” o chispa.

Dada la confianza en el gusto y criterio que tienen los dos, no tardamos en visitar el restaurante. Fuimos a cenar de carta, y sabiendo de dónde venía (Bar Mut) el chef (Albert Mendiola), pedimos el carpaccio de huevos fritos. En el cielo. Se trata de un entrante con yema rota, gamba, patatas paja y aceite de chorizo. Lo acompañamos con las costillas de conejo con salsa de soja y chile. Una muy grata sorpresa con la que estuve tan entretenido que ni me acordé echarle una fotografía de recuerdo. De segundo, y no puedo dejar de pensar en él a día de hoy, me deleité con un rabo de toro deshuesado. Soy un auténtico fan de este tipo de carnes y elaboraciones (rabos, carrilleras, mollejas, pies de cerdo…) y ésta estaba espectacular: deshuesada, melosa, en terrina; con puré cremosos de patata, acompañado del fondo reducido de la cocción y una teja de patata rallada.

Rabo de toro deshuesado Marimorena Elcoladorchino

(Rabo de toro deshuesado, puré cremoso de patata, teja de patata)

La carta es una colección de platillos y platazos donde uno puede tanto hacer una ronda de raciones para compartir como deleitarse con los platos principales. Ésta suele cambiar con frecuencia y es de agradecer, ya que demuestra que hay muchas ideas y utilización de productos de temporada. Dada la calidad de la cocina, y comparando otros restaurantes con similar oferta gastronómica, el precio medio de la carta es medio-bajo para un restaurante de estas características.

Y los postres:

En posteriores visitas en las que también hemos echado mano de la carta, hemos probado, entre otros, los dados de ternera a la brasa con foie y vino dulce, el secreto ibérico con berenjena o los pies de cerdo deshuesados con pan con tomate (espectaculares). Otros platos que pueden ofertar en carta pueden ser:

Trinxat botifarra perol Marimorena Elcoladorchino

(Trinxat con botifarra de perol)

(Taco de pulpo a la brasa)

La otra oferta que maneja el restaurante son los menús de mediodía (de martes a viernes). Calidad-cantidad-precio es realmente muy potente (primero, segundo, postre, bebida y pan; 13,5€).

Raciones generosas. Cuento unas 10 ocasiones en las que habré ido a Marimorena para comer el menú y siempre he salido lleno (nada fácil en mi caso). Los platos que se ofertan siguen la tónica de la oferta gastronómica de Marimorena: producto y calidad, con una vuelta. Estas son algunas de las elaboraciones que he probado en el menú de mediodía:

Risotto caldoso marisco Marimorena Elcoladorchino

(Risotto caldoso de marisco)

(Pastel de mató)

Patata y crema de chorizo Marimorena Elcoladorchino

(Huevo escalfado con patatas y crema de chorizo)

Arroz caracoles Marimorena Elcoladorchino

(Arroz con caracoles y cap-i-pota)

(Arroz con cigalas y setas)

Canelones pollo corral Marimorena Elcoladorchino

(Canelones de pollo de corral)

Carrillera de ternera Marimorena Elcoladorchino

(Carrillera de ternera estofada)

Ensalada tomate atún picante escabeche Marimorena Elcoladorchino

(Ensalada de tomates con atún picante en escabeche)

Galtas cerdo estofadas Marimorena Elcoladorchino

(Galtas de cerdo estofadas)

Helado pistacho Marimorena Elcoladorchino

(Helado de pistachso y crumble)

(Orecchiette alla arrabiata)

Pasta crema queso trufa Marimorena Elcoladorchino

(Pasta con crema de queso y trufa)

El local es pequeño pero muy bien aprovechado, con doble nivel para dar mayor espacio a las mesas y no sentirte acorralado por los vecinos. La cocina es un milagro, muy pequeña pero realmente bien equipada: tienen hasta un Josper con el que cocinar con carbón o bien dar un toque ahumado a las preparaciones. Un minialtar donde Albert oficia para las almas sensibles de paladar.

He trabajado en cocina con un Josper y el salto cualitativo en las preparaciones es realmente importante. El acabado de los arroces, la cocción de las carnes, la posibilidad de ahumar… y trabajando con un producto de calidad, la cocina de un restaurante gana mucho.

Pese a la corta vida del restaurante, poco más de 2 años, ya es sobradamente conocido por los vecinos de Sant Boi y por la gente de cercanías. Por eso, es recomendable reservar tanto para hacer un menú entre semana como para comer de carta el fin de semana, ya que el local no tiene muchas mesas.

Visita (enésima) en enero 2015: el nivel se mantiene y se ratifica lo explicado en esta entrada. Suma y sigue. Felicidades a Albert y Patricia, un trabajo excelente: coulant de chocolate, croqueta de ceps, croqueta de chipirones y su tinta, montadito de foi a la brasa, plátano-chocolate blanco-pistacho, rabo de toro.