En el mundo de la canción, cuando un grande se retira o baja la persiana suelen ocurrir ciertas cosas: recopilatorios, tours, entrevistas… o, como viene al caso, un concierto homenaje con otros cracks del escenario. Algo así ha pasado con mi restaurante de referencia, el que más veces encontraréis posteado en este blog, el restaurante Ona Nuit.

Echó el cierre antes de este verano para que sus propietarios aflojaran un poco el ritmo y pudieran centrarse en dos de sus otros puntales: los eventos gastronómicos y la gestión del Cèntric Gastrobar, el centro gastroneurálgico de ámbito informal en El Prat de Llobregat.

* No voy a publicar una entrada comentando sobre cada una de las sesiones, para no hacer más tediosa esta entrada. Os dejaré fotos de todas ellas y un resumen de la experiencia al final.

** En la siguiente entrada al blog, explicaré la receta del Gäser, alfombra de castañas que realicé en mi sesión 4mans.

4 mans con Lluís Rovira (Hofmann)

4 mans con Elcoladorchino

4 mans con Sergi de Meià

4mans con Elena d’Alto (Rasoterra)

4mans con Paolo Mangianti (Due Spaghi)

4mans con Víctor Quintillà

4mans con David Reig (Cuina Justa)

4mans con Monty Aguiló (Das Stue* Paco Pérez)

Todas estas sesiones han tenido algo característico. La ilusión y entusiasmo de poder cocinar mano a mano con cocineros a los que sigo y admiro como Víctor Quintillà o Sergi (Sergi de Meià). Poder hacer un servicio junto a mi profesor en Hofmann, Lluís Rovira, ha sido poner un broche final a una etapa formativa flipante y que me ha enriquecido un mar. La grata sorpresa y descubrimiento de conocer a Elena d’Alto y los chicos de Rasoterra; o a David Reig y las acciones de Cuina Justa. Trabajar codo con codo con Paolo Mangianti fue fácil, es un crack, un preciosista de la cocina y el emplatado; ahora toca visitarle en Due Spaghi. O la espectacular traca final de cocina y buen rollo que trajo Monty Aguiló, a quien deseo que le vaya genial en su nueva aventura en Londres con José Pizarro. Ahora aún más, debo visitar la ciudad.

Y como no, el chute de emoción de poder crear un menú propio y presentarlo en un servicio de restaurante.

Todo ello me ha aportado una macedonia de experiencias y conocimientos importantísimos. Me ha permitido conocer a muchos cracks de la cocina, aprender un montón de elaboraciones en una semana apenas y adquirir más experiencia y bagaje en cocina que seguro aprovecharé en el futuro.

¿Y Ona Nuit? Cierra definitivamente pero antes, bailará dos últimas veces: para este fin de semana con un menú de Fira Pota Blava, en el que proponer elaboraciones que giren alrededor de nuestro bicho insignia; y para el fin de semana de Navidad y Sant Esteve con un interesante menú degustación. Dos oportunidades, las últimas, de poder conocer historia de la restauración de El Prat y del Baix Llobregat.